Las vacaciones nos brindan la oportunidad de relajarnos y disfrutar en familia.
Por eso, es importante promover una sana convivencia con nuestros hijos:
- Abramos las puertas de nuestra casa para que armen programas con amigos, bajando expectativas sobre orden, limpieza y ruidos molestos. Siempre es mejor que estén en casa o en la de un amigo conocido antes que en la calle.
- Brindémosle variantes nuevas de libertad y autonomía durante el día, recordémosle que no se disfruta sólo de noche.
- Compartamos todos los días al menos un momento en familia. Puede ser una comida, una película o programa de TV, un juego, etc.
- Busquemos oportunidades para hacer salidas juntos: ya sea un deporte, caminatas, museos, cine, o ir de compras.
Recordemos también que deben recibir de nuestra parte límites y normas claras:
- Dialoguemos sobre los riesgos del consumo de tabaco, alcohol y drogas. Estemos atentos a la venta de alcohol a menores en kioscos, almacenes y en supermercados.
- Respetemos los horarios y las condiciones de salida permitidos durante el año, no hay razón alguna para variar los mismos.
- Recordémosles que, en caso de salir, tengan siempre el celular a mano y con batería para que puedan contactarnos ante emergencias.
- Por más que nos encontremos en la playa, evitemos que las motos, cuatriciclos y autos sean conducidos por menores.
- Pidámosles que no hagan “dedo” ni dejen que nadie extraño los acompañe a casa.